Sobre la aplicación del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), mediante el cual se fortalece la infraestructura de 27 sitios aledaños a la ruta del Tren Maya, el antropólogo comentó qué ha significado conocer más sobre estos antiguos asentamientos y sus interacciones, como ha venido corroborándose en el caso de Edzná, la “Casa de los Itzáes”, nombre que hace referencia al linaje de origen chontal que se estableció en el lugar.
En ese sentido, los trabajos que dirige el arqueólogo Antonio Benavides Castillo han permitido explorar la Estructura 512, la cual fue liberada parcialmente en la primera década de este siglo, aunque el edificio fue registrado por vez primera a finales de la década de 1960.
De acuerdo con el director del proyecto, la Estructura 512 es una edificación de planta cuadrangular, con una entrada porticada y dos crujías, que data de la ocupación tardía del sitio, es decir, del Posclásico Temprano (900-1200 d.C.), pero se encuentra adosada a un basamento más antiguo, erigido en el Clásico Temprano (200-600 d.C.).
Gracias al Promeza, se concluye la excavación y consolidación de este edificio y se ha determinado que para su construcción se reutilizaron materiales de estructuras vecinas, por ejemplo, el muro de piedras careadas, que delimita el par de crujías, fueron tomadas de una construcción más antigua.
Las exploraciones permitieron registrar dos columnas en la habitación posterior, las cuales debieron sostener un techo plano, así como una cavidad excavada en la roca basal; no obstante, los restos óseos que yacían en esta cámara subterránea –a la que se desciende por unas escaleras− fueron retirados en época prehispánica, posiblemente para depositarse en otro lugar.
El titular del INAH señaló que, conforme a las interpretaciones del doctor Benavides, “la importancia de la Estructura 512 radica en su similitud con las edificaciones tipo patio-galería de Chichén Itzá, empleadas para la realización de ceremonias religiosas y el depósito de ofrendas”. Además del alcance de los estilos arquitectónicos de Chichén Itzá, su presencia en Edzná indica los vínculos sostenidos por ambas ciudades en el Posclásico Temprano.
Diego Prieto sostuvo que, aparte de este edificio, en Edzná, el Promeza ha permitido intervenir los Mascarones de la Estructura 414, el Edificio de los Cinco Pisos, la Escalinata jeroglífica y el Nohochná, lo que representa 80% de avance en materia de investigación y conservación arqueológica. Mientras que tiene un 30% de avance con la colocación de 153 cédulas en los 4,796 metros de senderos interpretativos.
También, dijo, inició la construcción del museo de sitio y del Centro de Atención a Visitantes (Catvi) en esta zona arqueológica, localizada a 55 kilómetros de la capital campechana, y cercana al Tramo 2 del Tren Maya.
Otro sitio atendido es Xcalumkín, donde arrancaron las tareas de investigación en los conjuntos C3, C5, C6, C9, C11 y C17 y el Grupo de la Serie Inicial; también comenzaron la edificación del Catvi. En cuanto a los senderos interpretativos, llevan un 25% de avance.
El director general del INAH concluyó su participación informando que, al corte del 6 de noviembre de 2023, en el Tramo 2 del Tren Maya se han registrado 4,410 bienes inmuebles; 171 bienes muebles; 329,315 tiestos; 281 enterramientos humanos y 165 rasgos naturales asociados a antiguos asentamientos.