Zarawato Bus, busca compartir y comunicar una visión del mundo con empatía y colectividad

La codirectora del grupo, Jade Zerón, Leonardo dice que para Zarawato Bus “el circo no es un fin, es un medio, entonces usamos el lenguaje del circo para expresar y compartir una filosofía de vida basada en todos los principios. Podríamos usar la música, podríamos usar el teatro, podríamos ser escritores, pero decidimos usar el circo como lenguaje y herramienta para compartir todo eso que hacemos”.

Su proyecto es itinerante, se nutre y se transforma con la interacción entre artistas de muy diferentes disciplinas y lenguajes, que van desde la poesía y la danza, hasta la manipulación de objetos, y así generar otro lenguaje escénico, manteniendo el circo como corazón. Así, logran llegar a todo tipo de públicos, sin distinción alguna, relata.

La compañía, dice, empezó a gestarse cuando conoció a Jade en 2011 en Europa, donde ambos se especializaron en escuelas de circo, por lo que decidieron hacer un proyecto contemporáneo, mediante la fusión de distintas artes escénicas y un lenguaje que pudiera disfrutarse.

“Entonces nos mudamos a México y, a partir de 2013, empezamos a hacer nuestro primer proyecto en la ciudad de Tepoztlán, Morelos, que es donde empezó la compañía Zarawato Bus como concepto de un vehículo creativo. Por eso la palabra bus y saraguato -que son los changos aulladores de la selva lacandona que, a pesar de no ser muy grandes, tienen una voz muy fuerte y saben comunicar fuertemente lo que quieren-. Nos gustó esa simbología, una idea de plantear un símbolo de un colectivo, un vehículo creativo”, explica Leonardo.

Aunque la agrupación se conforma por Jade y el mismo Leonardo, en los diferentes proyectos que han realizado se han sumado artistas, armando grupos de cinco o siete personas, de acuerdo con las necesidades del espectáculo.

Jade Zerón por su parte, comenta que, ante la COVID-19, la compañía se transformó, pensando en cómo debía evolucionar su arte, una estructura más abierta y móvil; es por eso que, si bien la contingencia complicó algunos de sus objetivos, les hizo avanzar en ese deseo ser mucho más plural y ágil.

“Es algo que siempre había estado presente en nuestro trabajo, esta necesidad de itinerancia y de compartir con muchas personas, que la compañía no fuera una estructura cerrada en la que dos personas trabajan con una sola visión, sino siempre estuvo abierta a esa permeabilidad de que mucha gente pueda integrar, o que el pensamiento de mucha gente esté reflejado en lo que hacemos”, apunta.

Asegura que, como artistas de circo, las y los integrantes de la compañía hacen espectáculos de circo, circo-teatro o danza, entre otras cosas. “Nunca hicimos circo comercial, creamos algunos espectáculos de formato medio y siempre nos mantuvimos en una línea entre experimental y popular, pero intentando que refleje lo más posible todo este pensamiento de pluralidad y de colectividad que creemos es necesario en el planeta”, expresa Jade Zerón.