Egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) Delia Paulina de León, bailarina y coreógrafa, funda y dirige la Compañía de Danza Los 250 mil desde 2017, como un proyecto de colaboraciones artísticas para poder generar proyectos dancísticos.
Delia dijo que el objetivo inicial ha cambiado al sumar otras áreas artísticas, por lo que actualmente es una compañía que también presenta teatro y performance de la mano de bailarines y actores que coinciden con el concepto contemporáneo en el que se mantienen en constante experimentación.
“Nos asentamos en el teatro y danza experimental buscando nuevos retos a nivel artístico, y aunque sabemos que el enfoque de la compañía es ser multidisciplinarios, todos entrenamos la voz y la danza, aunque no sea nuestra carrera principal, para estar preparados para nuevas experiencias”.
Explica la coreógrafa que el nombre de Los 250 mil surge por la primera obra de danza con la que se dieron a conocer: El orden jurídico, la cual habla del movimiento del 68’ y se centra en una marcha de estudiantes y maestros rumbo a Tlatelolco.
“Surgió por una colectividad de varios artistas y estudiantes que en ese entonces nos propusimos hablar del tema a través de una pieza dancística. Cuando llegamos al punto de decidir el nombre del colectivo nos enfocamos en el número porque según las estadísticas fueron más de 250 mil los congregados, se sabe que fueron muchos más, pero a nosotros se nos hizo un número muy representativo que nos decía mucho más y entre más contextualizábamos el nombre, nos dimos cuenta de que somos parte de esa estadística, de los que quieren abogar por situaciones sociales, de estar ahí, de apoyar a las causas sociales”.
Y agrega: “Fue pasando el tiempo y en algún momento nos cuestionamos si nos debíamos cambiar el nombre, y bueno la mayoría decidió que es un nombre muy bonito que refleja una posición en la que queremos estar, es decir, hacer proyectos de índole social. Nos interesa mucho eso”.
La bailarina y coreógrafa, quien cuenta con una trayectoria como intérprete de la desaparecida Compañía de Danza de la UANL y directora de escena, empieza este viaje en 2017 y en 2018 crea Las pinturas de Frida, una coreografía que surge por la necesidad de hacer proyectos infantiles que acerquen nuevos públicos hacia la danza contemporánea. “En aquel entonces en Nuevo León no había proyectos de índole tan familiar, eran todos más artísticos o con conceptos más difíciles de entender”.
Las pinturas de Frida ha tenido tanto éxito que es el proyecto que les ha abierto las puertas de teatros, plazas públicas, escuelas y comunidades de Nuevo León, principalmente, así como a nivel nacional e internacional “estamos recientemente cumpliendo 100 representaciones”, comenta la entrevistada.
Delia Paulina, recordó lo que les interesa como compañía es generar laboratorios corporales o juegos escénicos que les permitan ahondar en su interior y darle cabida a un lenguaje no tan común, partiendo de conceptos que son analizados, e incluso planteados, por los integrantes, “todo se hace en equipo, se propone, consulta, analiza y se monta”.
En sus piezas abordan problemáticas sociales, en algunas usan el habla, en otras nada más el cuerpo, en otras más aprovechan objetos: “Nuestros entrenamientos se cierran más a la expresión corporal, por ejemplo, cómo generar un animal a través del cuerpo, y de repente cómo lo podríamos reemplazar con objetos que se puedan seguir ocupando durante la escena, a esto nos gusta llamarlo híbridos escénicos porque creemos en la multiplicidad del lenguaje”.
El siguiente paso para esta joven compañía, informa Paulina, es realizar un sistema de entrenamiento donde se abran espacios de conversación entre el público y los artistas, así como entre la comunidad artística que de salida a nuevos proyectos.