“LAS MUJERES DEL FUEGO”: UN PROYECTO DE ARTE POPULAR QUE RETRATA LA RESISTENCIA FEMENINA

Brittani Yari Walker Morales encontró en la cartonería un lenguaje para hablar de la resistencia femenina; con dicha disciplina, desarrolló el proyecto “Las mujeres del fuego”, seleccionado por la Convocatoria de Jóvenes Creadores 2024 del Sistema Creación (institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México) en la categoría de Artes y Tradiciones Populares. A través de él narra –con piezas escultóricas– la vida de mujeres que, desde la precariedad y la violencia, han aprendido a sobrevivir.

Desde 2015, cuando ingresó a un taller en la Casa de la Cultura de Salamanca, Guanajuato, Brittani Walker se dedica a elaborar muñecas encuartadas, una tradición originaria de Celaya. No obstante, su obra se aleja de los moldes tradicionales para incorporar elementos de denuncia, memoria y crítica.

«Siempre retrato figuras femeninas. Más allá de la estética linda, mis piezas tienen una historia, muchas veces inspiradas en mi abuela, mi madre o mujeres que conozco», relata.

Walker Morales es artesana cartonera y también promotora cultural y tallerista en comunidades rurales de Guanajuato. Al trabajar con niñas, adolescentes y adultas en entornos complejos ha recolectado distintas historias: «Escucharlas me hizo replantearme muchas cosas. Yo no pretendo ser su voz, sino expresar lo que me hizo sentir estar ahí. Hay una historia que me marcó: dos hermanas que perdieron a sus padres en una desaparición forzada. El dolor con el que hablaban, cómo eso afectó su desarrollo, me dejó conmovida», comenta.

“Las mujeres del fuego” se conforma por 14 piezas –desde miniaturas hasta una escultura en tamaño humano– que, por respeto a las víctimas, representan cada historia con un lenguaje simbólico: «No quiero apropiarme de sus vivencias. Lo que busco es que el espectador se confronte con su propia percepción de la violencia, desde la ambigüedad entre lo bello y lo crudo».

Además de su dimensión estética, el proyecto plantea una reflexión crítica sobre el papel del arte popular en contextos contemporáneos. «El arte popular refleja al pueblo y es para el pueblo. Las vivencias actuales ya no son las mismas de hace décadas. No es solo ‘qué bonito vivir en el campo’. En muchas comunidades se viven situaciones extremas. Visibilizarlas es urgente», afirma.

En sus piezas, las muñecas a veces portan en el pecho escenas en miniatura que remiten a rituales de muerte, despedida o abandono, como una suerte de exvoto tridimensional.

Walker, quien además alcanzó la semifinal en el programa de concursos “Dale, dale, dale” de la plataforma de streaming Netflix junto a Rosita, una colega de Celaya, considera que el arte también puede ser una herramienta para transformar realidades.

«Una vez me dijeron que la cartonería solo debía hacerse con moldes de hace 150 años. Pero esos moldes ya no existen. Adaptar la tradición no significa perderla, sino mantenerla viva. Mis piezas dialogan con lo contemporáneo y llegan a otros públicos, especialmente jóvenes», explica.

Sobre el impacto que espera generar con “Las mujeres del fuego”, la artista concluye: «Quisiera que el público se cuestione, que vea más allá de la estética. Que entienda que detrás de esas figuras hay historias reales. El arte no va a cambiar el mundo de golpe, pero sí puede cambiar la forma en la que lo vemos y desde ahí empieza todo».

El público verá, a finales de 2025, las piezas que la artista crea, como parte del cierre del ciclo de proyectos del Sistema Creación para la generación 2024-2025 de Jóvenes Creadores. Uno de sus objetivos, comenta, es llevarla al Museo de Arte Mexicano en Chicago, ciudad con la que ya ha colaborado a través de talleres y donde participará próximamente en la Semana del Folklore.